banner Literatura y algo másLiteratura y algo más - Un oasis cultural en la Red

Inicio - Religión - Artículos y Reflexiones

¡Contáctenos!

¿Conversión o apostasía?
Alguien comunicó al predicador:

—Dos miembros de la otra iglesia renunciaron a ella y van a ingresar a la nuestra.

—¡Benditos sean! –clamó el predicador alzando los brazos al cielo, lleno de alegría–. ¡Bienvenidos los conversos! ¡Alegrémonos por esos hermanos que han visto la luz de la verdadera religión!

—Hay otra noticia –le dice el mensajero–. Dos miembros de nuestra iglesia renunciaron y se van a unir a la otra.

—¡Ah, malditos apóstatas! –bufó el predicador cerrando los puños iracundo–. ¡Condenados sean esos perversos a la Gehena de fuego donde siempre se escucha llanto y crujir de dientes!

Con esta narración quiero decir que un converso y un apóstata son la misma cosa. Su nombre no depende de ellos, ni de su acción, sino del punto en que está colocado el que los ve.

Para reflexionar
¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?

¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo», no viendo tú mismo la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano (Lc 6:41–42).

Contenido

Cargando...